Sobre. Pensando.

2:00 am. El mundo tiembla. Mi vida no se acaba. Es algo aquí dentro. Tambaleo.

Acepto el reto. Pero lo pierdo. No he tenido la suerte de arrasar con todo. Ya lo hicieron. Me justifico, me quiero, me cuido, me hablo bonito para que no duela tanto. 

No es mi culpa. Ya lo sé. Pero es mi historia en bucle. Defines el dolor. Te defiendes de él. Lo quieres sentir. Huir del fin. Llamarlo principio. Suena más ligero. 

El crujir de las hojas para no escuchar que me quiebro. El funeral de los sentimientos al descubierto. No voy a decir nunca. Pero ojalá no pase más. 

Sin caparazón. Me dejo ser. Me dejo ver. Menos frágil de lo que pienso. Más sensible cada vez. 

Sigo siendo yo. Menos mal que puedo contar conmigo. Me he fallado. Ojos hinchados. Corazón en vilo. Ausencia de sueño. Un poco de angustia. Me rindo. 

Mil escenarios posibles. Sobre. Pensando. No suena el despertador. Es porque no he dormido. Bien. Café para sanar la espera. Despiertan mi miedos. 

No hay manos arqueadas. Pero sí mucho silencio. No bromeo. No puedo. Me miro al espejo. No me encuentro. Tampoco ojeras. No hay espacio. Me siento triste. Me enfado conmigo. 

Tan tierna. Tan lejos. Un segundo cambia el día. Pero el día es eterno. El domingo te desnuda. Diminuta. Así me quedo. Estaré bien. Lo prometo. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Volver a confiar

Llegaste y rompiste todos mis esquemas

«La navidad deja de ser la misma cuando empiezas a ver ausencias en la mesa.»