La magia de estar unidas

Tengo la guantera llena de dolor por este viaje, cien experiencias inolvidables. Duelen los pies por seguir andando, tenemos la garganta húmeda de tanto beber para olvidarlo, los ojos ciegos y la cabeza en busca de un poco de paz. He esperado a cruzar la línea divisoria entre mi hogar y la calle para dejarme quebrar por tanto engaño, repitiéndome una y otra vez: nunca sabré hasta qué punto pueden decepcionarme. 

Esa inseguridad marchita que parece que empieza a florecer. Ser incapaz de confiar en nadie, una barrera inamovible, un montón de lágrimas en forma de coraza, el rechazo acechando, evolucionar hasta dejar de ser. La persona que jamás imaginé también decidiría burlarse de mi contradictoria suerte, dejando al margen los años que compartimos, la magia de estar unidas. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Volver a confiar

Llegaste y rompiste todos mis esquemas

«La navidad deja de ser la misma cuando empiezas a ver ausencias en la mesa.»