Chica, dicen que te has vuelto una cobarde porque, aunque te han visto naufragar en muchas islas y disfrutar de la soledad, ahora te ven bajando del barco y anclando sueños en tierra. Es más, dejas tal rastro de ti allá por donde pasas que parece que, en vez de huir, estás esperando que las respuestas te encuentren.
La vida en calma
Llevo días sin saber quién soy, dónde estoy. Qué hay de esa carrera constante, la ansiedad por respuestas, las alarmas encendidas, los gritos internos, la mente prendida. Llevo días sin querer volver, aunque me costara venir, por el camino me topé con la inevitable, pero gran oportunidad de frenar, pausar, cambiar. De repente la vida en calma, los pasos cortos, ni siquiera enteros, llegar a tiempo, tiempo al tiempo, dejar que las cosas pasen sin forzar que pasen.

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