''Vivir para contarlo''

Gracias a la vida ahora ya no confío en nadie. Me dan vértigo las personas que me aseguran que todo irá bien, me provocan morbo las que dicen que vamos a caer y que levantar va a ser jodido.
Gracias a la vida que hoy no me conozco ni a mi misma, a pesar de que llevo creyendo saber quién soy desde hace varios años. Ese pesar al no saber reaccionar en tantas ocasiones, la costumbre de salir huyendo cuando algo no va bien, la tortura que supone ser tan cobarde para cosas tan importantes como es decir adiós.
Gracias a la vida hoy sé que tu espalda es una gran explanada con acceso restringido, una zona infecta para alguien que quiere quererte, un ambiente tóxico para alguien, qué como yo, está dispuesta a dejarse la piel.
Gracias a la vida por enseñarme, por hacerme ver que la gente se va de verdad y que cuide lo que tengo, que la fecha de caducidad es real y que no hay mal que por bien no venga ni penas que yo pueda cambiar.
Gracias a la vida por hacerme fuerte pero inocente en un mundo lleno de salvajes. Por llevarme por caminos donde había otros como yo con los que poder hablar de toda esa miseria que se filtra entre mis manos como arena.
Gracias a la vida por quererme tanto y tan bien, por darme cosas y, sobretodo, personas que me han llevado a descubrir algo que yo no quería conocer.
Gracias a la vida por obligarme a cuestionarme por qué estoy aquí y quién lo ha permitido, por dejarme creer y ser libremente sin juzgarme, hasta por respetarme cuando he querido creer en algo como vía de escape.
Gracias a la vida por ser mi vida también.

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