«Te invito a sonreír, yo pago.»

Que nadie te diga que no puedes cuándo lo único que necesitas es un empujón o una caída más para reunir el valor necesario. Que nadie te haga llorar porque no consigues tu meta si día a día consigues una parte de ésta. Nadie puede decirte si lo estás haciendo bien o si lo estás haciendo mal, recuerda que nadie sabe cómo te sientes. A veces las cosas no son blanco o negro y puesto que todo depende de muchos factores, es hora de que tomes las riendas de tu vida y sepas tú que hacer con ella. Llorar durante unos días sintiendo que el mundo se te cae encima está bien pero no es una excusa para rendirte y convencerte a ti misma de que no eres capaz. Si no tienes ganas de continuar, abandona, pero no digas que no puedes más, siempre podrás hacer algo que no has hecho hasta ahora. Nunca digas que quieres y no puedes, corrige y afirma que puedes pero no quieres. Date cuenta que a veces las pérdidas son ganancias con el tiempo y que si lloras más que ríes es porque algo está fallando. Elimina el dolor, no permitas que aquello que te hace sufrir tenga un hueco en tu vida y mucho menos, que te controle a ti y a todos tus sentimientos. No apuestes si sabes que perderás pero intenta ganar sin caer en el abismo antes, pero si caes.. ¡enhorabuena!¡tú también tienes derecho a equivocarte!

3 comentarios:

  1. Tenía ganas de sentarme tranquila, leer y escribirte.
    Muy buena reflexión, tenemos derecho a equivocarnos, a llorar y derrumbarnos, pero no a rendirnos.
    Un besazo Eva

    ResponderEliminar
  2. Tienes un premio en mi blog!
    Besitos
    sordosmurmullos.blogspot.com

    ResponderEliminar
  3. Tienes un premio en mi blog.
    No dejes de escribir, porque te expresas genial.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar