Lo único que quise es que quisieras quedarte.


Es así como la depresión me golpea de noche en noche. Unos días pegando fuerte y cancelando cualquier intento de sentirme mejor. Es cierto, estoy así por todo y por ti, porque tú junto con el resto de mi vida eres el más amargo de los tragos, el adiós que nunca diré con total seguridad, las ganas de abandonar, la tristeza que perdurará siempre y la ausencia que parece soledad. De una semana que me tiro olvidándote te sigo recordando un mes, eres imposible y el odio que me creo por tu culpa es el único que me hace peor persona, es la magia negra que juega en mi contra porque nunca en la tuya, tú siempre estarás bien. Las cosas ya no son las de antes y hoy, mirando el calendario he roto el mes más bonito del año porque después de trescientos sesenta y cinco días no estás aquí y me has roto los esquemas, me lo has quitado todo y te lo has llevado, todavía estás viviendo de mi y apenas te das cuenta que la persona que hoy eres, ayer era yo. Es posible que me cueste un poco más, es imposible que de olvidarte se me pasen las horas y acabes con todo, incluso conmigo. Es desconcertante que entiendas lo que pretendo explicarte y doy por seguro que nunca serás capaz de sentir el odio que hoy me alivia al pensar que una persona como tú jamás me merecería y que aún así, sigo pegada a la ventada de mi cuarto con los peores paisajes observados en los largos ratos de mal augurio, pensando que quizá algún día aparecerías cómo si nunca te hubieras ido para quedarte como prometiste. Promesas que se fueron, promesas que al ser dichas por ti parece que nunca existieron. Y yo, creyendo que tu falsa mirada era tan verdadera cómo lo que yo sentía. No sé cómo superar que los recuerdos son sólo eso, vida pasada que ya terminó. Siendo sinceros no sé avanzar ni darle un fin a lo que creí eterno. Pues unos días pondría la mano en el fuego porque algún día me quisiste y otros siento que me quemo sin ni siquiera apostar. Has sido eso, sólo fuego. No sé como no te da vergüenza haber arrasado conmigo, con la única persona que, siendo sinceros, te ha querido. No sé como pudiste seguir adelante al ver llorar los ojos que algún día te dieron la vida, tal cual cómo tú lo decías. Te equivocaste al decir que sin mi, no eras nada.. yo era la nada que al irse te convertiría en ese todo que hoy vives. Por mi, por ti, por el futuro que siempre quisimos, juntos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario