Me iré sin quedarme, me iré como quien se va.

Echar de menos es la peor sensación que en los años que llevo he conocido. Ya no es dolor, es un sentimiento continuo que te evoca a pensar en quien ya no está o en quien está demasiado lejos. Echar de menos probablemente indique que ese alguien a quién esperas no venga nunca. Echar de menos a una persona que sigue todavía contigo es duro, porque indica que quien conociste se ha ido y por lo que he podido apreciar a lo largo de mi historia, tampoco vuelve. Es amargo el llanto, es fuerte el dolor, quizá en casos extremos sea imposible de aguantar y haya que soportar una horrible condena en la libertad, es decir,  estar preso en un sentimiento en el que ya no vives. Puedo asegurarte que aunque te eche de menos, sé que no debo hacerlo, pero ya me da igual, dejo a mi corazón y a la persona en la que convertiste sentirte, ya sea desde lejos porque te quiero de nuevo, ya sea de cerca porque sé que te vas o ya sea porque no te he tenido nunca, me da igual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario