Lucha por ganar pero si pierdes, te está permitido llorar.

Ese afán por marcarme metas y por sentirme fracasada si no llego a conseguirlas. Ese afán por superarme y torturarme con ello. Ese afán por hacerme daño con mis propias normas, ese afán por crear mi propia dictadura simplemente por afán a mejorar sin parecerme a nadie más. 


Hay riesgo de que falle muchas veces y de que llore muchas más, hay una locura por cumplir y un reto que ganar, supongo que tengo una efímera vida que he de convertir en eterna, quiero dejarme en el recuerdo. No quiero ser una humana más a la que la muerte igualará con todo los demás, no me asusta ser diferente, me asusta ser rechazada, me asusta no llegar a ser más que todo ese montón de gente que se esconde bajo otras personas mejores por miedo, por cobardía. Intensas ganas de poder contigo, fuertes ganas de poder conmigo. El olor a victoria reclama lo que un día quise ser, nunca debí de conformarme con lo que ahora tengo, nunca debí poseer lo que ahora me parece poco, no es por egoísmo ni avaricia, se trata de sentirme mejor y si para ello he de seguir luchando contra viento y marea a todas las penas, a toda esas ansiedades intratables en las que te convertiste... sé que lo haré, pero ante todo, sé que podré. 


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