¿Recuerdas lo que era chasquear los dedos y que automáticamente, yo estuviera ahí?

Estoy cansada del dolor que siento yo y el resto del mundo cada día. Hay demasiado dolor que procede de recuerdos, de más dolor ausente, del pasado, del miedo del futuro, del mismo presente, de mil factores de los que depende nuestra vida y el cual, termina en uno solo, una sola persona. Gritos y llantos, la solución a cada nudo en la garganta, esconderse, parecer fuerte y sonreír, engañarte a ti misma con una realidad que aún te hace en más pedazos. Apariencias, etiquetas, sentimientos, idas, venidas, despedidas. Nunca sabemos dónde estamos ni qué vendrá pero solemos tener miedo, callarlo en silencio y no ser conscientes de lo que tenemos, porque solo notamos que nos falta porque un día deja de ser costumbre. ¿Por qué no valorar? Yo te valoraba y supe desde el primer momento que si me faltabas iba a morirme, no he muerto pero vivir a veces no merecía la pena. Ahora todo lo que yo te he dado, todo lo que he sentido y todo lo que te he hecho reír por no hablar de todas las lágrimas que has visto caer, no valen para nada, me siento vacía, tú estás tan lleno que empiezo a ver que mi error fue no irme cuando tú me lo pediste. No me llames egoísta, simplemente te quise, como nadie va a quererte, estoy orgullosa, nunca volveré a querer así pero sí de otra manera. Que todo vaya bien y que poco a poco, sea más fácil de asimilar que mi esfuerzo, una vez más, resultó en vano.

1 comentario:

  1. Me siento muy identificada con esta entrada, ese sentimiento de que una persona se haya ido de nuestra vida estando acostumbrada a ella, duele, quieras o no. Pero siempre nos ayudará el tiempo a superarlo.
    Suerte y un abrazo desde http://www.siestadestinadoapasarpasara.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar