Eras tú, y así te quiero.

La frialdad es notable y la distancia la impongo yo, porque por ti sería muy lejana. Intento parecer cálida a tu lado, arroparte, pedir que entre tanto y tanto, algo bueno se vea, notable del esfuerzo, que no resulte en vano. Somos jóvenes, pero de tanto esperar y de dejar el tiempo pasar tan lento, mi alma parece vieja y no da un auténtico resultado de estar viva. Hay una parte de mi que vive de esperanza y otra que muere de soledad, de estar sola en un mundo con mil almas y sin la que necesita. Te añoro, te canso, te río, te lloro y te quiero. ¿Por qué será que sin ti parece que algo de este mundo se escapa?

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