No sabia que ibas a doler tanto.

Podría corromper mi alma en cuestión de segundos, podría dañarme inconscientemente. Podría sentarme a esperarte, podría parar el tiempo o dividirlo en milésimas de segundo para que todo esto doliera aún más. Al igual que podría ser realista y olvidarte. Olvidar aquel amor que tan feliz me hizo, olvidar que me querías, olvidar que fuimos dos entre un millón, que lo tuvimos todo y cuando uno de los dos calló el otro estuvo en el suelo para que fuera más leve la caída. Podría cegarme ante una realidad absurda y sonreír, hacer que todo está bien y recordarte en silencio. Podría demostrar mi ansiedad y tristeza a cada cual que se pusiera ante mi, podría hablar continuamente de ti y gritar cuando haces que me buscas por encima de mi cabeza. Podría salir a buscar felicidad y posarme en cada una de las seis letras de tu nombre. Podría volar y salir huyendo, podría caer y sentir el dolor por todo el cuerpo haciéndome presa de un sentimiento que me tiene atada desde hace tiempo. Podría elegir otra vida, pero me quedo con esta.