Con la esperanza de que vuelvas y la certeza de saber que no volverás.

Noches en vela, notando tu ausencia y luchando por saber un poco más de ti. El tiempo me ha dado a entender que no volverás y mi esperanza sigue atada a ti, pero esforzarse es inútil. Tengo suerte, me has demostrado quien eres y como he de valorarte. Me has demostrado el valor de vivir y que no he de vivir por nadie que un día se levanta odiándome y queriendo irse de mi lado. Te odio por crearme ilusiones que más tarde has roto tu mismo. Y la culpa no es tuya, la culpa de todo ha sido mía  por permitírtelo, por permitir jugar conmigo, hacerme daño. No me preguntes por qué o por quién lloro si al decirte que es por ti vas a huir como si estuviera bien. No hagas como que te importo.. aunque, es absurdo, no lo has demostrado, fui yo que pensé que te importaba. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Volver a confiar

Llegaste y rompiste todos mis esquemas

«La navidad deja de ser la misma cuando empiezas a ver ausencias en la mesa.»