No quiero suponer una carga.

Cada paso que das en la vida se basa en un acierto o en un error y parece que yo, cada pie que me atreví a adelantar fue poco correcto. Parece que la vida esté pagando conmigo mis errores y los de los demás. Tengo pánico y miedo. No pido tanto, solo pido lo que toda chica pediría en mi lugar. Una mirada a veces lo da todo, por eso cuando me pides que te mire, no dudo. Hay momentos en la vida en los que me siento tan tirada que lo único que espero es que de una manera u otra aparezcas y estés ahí. Me des tu mano y me pidas que vaya contigo. Pero no, a veces me trago mi propio ser, no quiero molestar, no quiero ser una carga, no quiero que nadie se canse de mi, no quiero aburrir, no quiero doler, no quiero ser ni siquiera yo. Últimamente todo se basa en llorar, aguantar, resistir, ser fuerte. Entiéndeme, yo ya no quiero ser fuerte, yo ya no quiero a veces ni estar aquí, porque duelo y me duele insistir para un poco de atención.