No es nada, a veces la gente se cansa, se cansa de todo.

Este agobio me devora por dentro, ya ni cuando estoy sola consigo encontrar el motivo a base de pensar. Vivo fallando en cada paso que doy, estoy lastimada, horriblemente malgastada de esta vida que me apuñala sin cesar. Nunca hice algo tan mal como para despertarme un día y ya no solo sentir que te has ido, sino que también siento que yo me perdí, que me he ido tan lejos que ni yo misma puedo juntar todos y cada uno de los pedazos en los que me he convertido. Pobre corazón, malherido, que ya no continúa, ha parado de sentir y sigue latiendo, no quiere causarme más dolor, no quiere volver a ser derribado. Te envidio, envidio la manera con la que sonríes sin importante nada, porque no te equivoques y es que esta vida, todo lo que te rodea te da igual, incluso yo que una vez quisiste que lo fuera todo. Te diría que te equivocaste conmigo, que eran más tus ganas de encontrarme que las de estar conmigo, pero no, tal vez fui yo, quien se engañó a si misma queriendo ver un sentimiento el cual solo sentía yo. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Volver a confiar

Llegaste y rompiste todos mis esquemas

«La navidad deja de ser la misma cuando empiezas a ver ausencias en la mesa.»