Golpe bajo, barco hundido.

Bueno, otro día más. Mucha gente me habla, me pregunta qué tal estoy y otros solo me preguntan para saber, por interés. Me conformo en decir que a ratos sonrío, y dejo caer que en otros ratos vuelvo a llorar. Mi vida continúa, pero cuando el despertador suena, vuelvo a sentir esa sensación de una persona que esta mitad vacía, mitad muerta. No importa, tú ya no me recuerdas y si lo haces, solo puedes pensar en mi como uno de tus errores. Si alguna vez puedes, piensa que yo en algún momento te hice sonreír y estuve ahí aunque tuviera miedo. Aunque tu lo creas, yo no te fallé nunca.. no me enfadé contigo y acepté tus condiciones. No puedo pensar que cada una de las cosas que te enseñé, las vivirás con otra. Pero supongo que ya no importa, tú decidiste terminar con esto y ya no soy nada, por mucho que tú signifiques, cogeré mi vida y la reconstruiré, y si algún día me echas de menos, ya sabes donde estoy, recuerda que eres tú el que sin darme cuenta, cogió sus maleta y las puso en la puerta.. el que día a día se fue alejando hasta no dejar rastro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario