Solo te necesito a ti o si no eres tú, no quiero nada.

Supongo que cada día se remite a lo mismo desde hace unos meses. Me levanto, amándote y pensándote como nadie piensa en nadie cuando amanece. Paso el día intentando comprender como puedo amarte más que el anterior y lloro cada noche que tú no estás ahí para mi. Lloro como nadie ha llorado por ti, como si de ti dependiera mi vida, o mi muerte, sin darme cuenta, que realmente es así. Lloro como una tonta enamorada desde hace meses. Lloro porque no te veo, o veo que no estás. Y sonrío de tenerte y caigo de pensar en perderte.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Volver a confiar

Llegaste y rompiste todos mis esquemas

«La navidad deja de ser la misma cuando empiezas a ver ausencias en la mesa.»