Mi cuello te llama a gritos.

No he buscado nunca a una persona que caminara a mi lado a todas horas el día, es más, adoraba ser independiente y hacerlo todo sola, ya que era lo que siempre había hecho. Acostumbrada a ello, me gustaba estar a ratos encerrada en mi propio pensamiento, sin conectar con cualquier otra idea. Y entonces llegaste tú. Tú, mi vida, tú. Tú que lo cambiaste todo y que posiblemente me cambiaste a mi, para bien, como ya he dicho otras veces. Y no voy a negarte que me costó acostumbrarme a ti, a ser como tú esperabas. Me costó a acostumbrarme a depender un poco de alguien que dependía de mi. Tanto fue el cambio en mi vida, que tuve un momento en el que pensé en abandonar. Abandonar es la peor opción. Y si de verdad lo hubiera echo, estaría arrepentida. Sorprende como son las cosas ahora. Hoy en día necesito que estés siempre pendiente de mi, que me cuides y que me mimes. Antes de estar sola, prefiero estar contigo. Y antes de cerrar los ojos, necesito verte conmigo. 

1 comentario:

  1. Me encantan tus textos, son muy hermosos!! Se nota que estas enamorada. Un beso enorme :D

    ResponderEliminar