Hay millones de preguntas sin respuestas. también hay respuestas que no tienen pregunta.

No es fácil que alguien te diga que has cambiado. Cuando simplemente te proponen que mires el pasado y que te mires ahora. Te piden que encuentres un cambio, y tu realmente no crees en eso. Sigo mirando hacia delante con el miedo a equivocarme, a decir algo que no esté bien o a caerme en cualquier momento. Sigo hablando filosóficamente a la hora de solucionar un problema. Sigo sonriendo cuando no me encuentro bien. Sigo siendo arisca cuando no tengo ningún problema. Atentos, esta soy yo. O al menos, esta es la persona que creo que soy. El problema es cuando alguien cuestiona, o realmente, nota un cambio. No me gustan los cambios y menos que el motivo o la razón sea yo, o trate de mi, y encima que el camino sea malo. Te equivocas, no hay un motivo por el cual cambiar, simplemente, hay un motivo por el cual, comportarse diferente.

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