Catorce de abril de dosmildoce.
Volver a confiar
Si las miradas hablasen, tú ya sabrías todo lo que nunca te dije por miedo. De haberlo sabido, habrías huido todavía antes. Me estabas queriendo mal, pero yo me estaba queriendo peor. Y creo que no hay peor punto de partida que dar rienda suelta a algo tóxico; lo único que se me viene a la cabeza cuando nos veo a ti y a mí, perdidos en medio de cualquier noche tratando de entendernos sin ningún éxito. Fuiste la ilusión del primer día de algo grande, el escalofrío que te provoca el miedo cuando sabes, aún temblando, que va a merecer la pena perder las maneras y perderte a ti mismo por ver una sonrisa iluminar, por un rato, el vacío inmenso que te acompañaba hacía ya mucho tiempo. Tal vez nunca te invité a conocerme porque no podía explicarte quién había sido, pero tampoco preguntaste. La realidad es que no tenía ganas de presentarme mientras me derrumbabas la coraza y me hacías ser tan valiente como para volver confiar (aunque fuese un error, de nuevo). A pesar de h
Ni puedes, ni deberías cambiarte. Las amigas suelen ponerse un poco recelosas con estos temas, pero eso solo es señal de que se preocupan por ti.
ResponderEliminares que no debes cambiar eso, porque si lo cambiaras seria como si te enganiaras a ti misma y no te dejaras sentir lo que sientes, y si sientes eso es un sentimiento muy puro, que no debes retener
ResponderEliminarcreo que tus amigas deberian entenderte, ademas porque se nota que eres feliz con ese amor dentro tuyo
besos
cami