La niña que nunca dejó de intentarlo, finalmente se rindio. Forzaba una falsa sonrisa, cuando una lágrima rodó por su mejilla, y se susurró a ella misma, "no puedo con esto."

Comentarios

Entradas populares de este blog

Volver a confiar

Llegaste y rompiste todos mis esquemas

«La navidad deja de ser la misma cuando empiezas a ver ausencias en la mesa.»