Si vas a cumplir tus sueños que sean conmigo.
Te das cuenta que hay un humano, en esta tierra, con quien no podrías vivir. Sientes esa presión en el pecho, que te ahoga, por momentos taquicardia y falta la respiración cuando piensas en perderle. Te pierdes en un mar de lágrimas, ocultándote a los demás por no dar explicaciones. Y luchas por no despedirte. Por no tener que despedirte nunca de la persona a la que tanto amas, que es ese mismo ser humano por el que te jugarías la vida en una partida de cartas ilegal. La misma persona que ha echo que hasta los lunes sean especiales. Él, pasajero infiltrado en mis sueños, también en mis pensamientos.