Mientras tú duermes, yo te pienso como nunca y tengo insomnio como siempre.

Te dije que te conocía, que te conocía antes y que lo hago ahora. Qué se como estás en todo momento, cuando te pones nervioso, cuando sonríes sin ganas y cuando lo haces de verdad. Sé como eres normalmente, nunca suelo equivocarme. Estoy preocupada, porque te veo y no te siento igual. Ayer quizá si, pero hoy no. Y me preocupo, por ti, porque quiero que seas feliz.

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