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La vida en calma

Llevo días sin saber quién soy, dónde estoy. Qué hay de esa carrera constante,  la ansiedad por respuestas, las alarmas encendidas, los gritos internos,  la mente prendida.  Llevo días sin querer volver, aunque me costara venir, por el camino me topé con la inevitable,  pero gran oportunidad de frenar, pausar,  cambiar.  De repente la vida en calma,  los pasos cortos,  ni siquiera enteros,  llegar a tiempo,  tiempo al tiempo,  dejar que las cosas pasen sin forzar que pasen. 

Oírte sin dudas

Corazón bombeando sangre, a ratos recuerdos, a veces desata los nudos, algún instante se vuelve a enredar. Me desnudo hasta la piel, me quito los parches, me siento invencible, me duele, pero no me rompe. Se nubla mi vista, es la voz interior que me confunde, empiezo a sentir lo de siempre y, como siempre, quiero mirar hacia otro lado. Tengo brillo, aunque de pronto se apaga, se marchitan mis ganas de seguir peleando una batalla en la que no ganas porque desde el principio es no. Me muero de ganas de oírte sin dudas de creerme que no las tienes de escucharte comprometerte de que encuentres motivos de que sin buscarlos te surjan de que esto sí que sea todo lo que yo merezco. Eva Álvarez @aunsintisoyfeliz

Que parezca de verdad

Me quiebro y por las grietas se cuela tu luz.  Y se calientan mis huesos. Y brillan mis ojos.  Y el filo de la navaja no parece para tanto.  Y, entonces, quiero que me atraviese ese silencio lleno de tanto que nunca dejo pronunciar.  Y quiero ser más yo y que la ausencia de mi voz duela.  Que te preguntes si voy a estar cuando te vayas.  Que te inquieten los trenes sin billete de vuelta. Que se nos ensucie la piel de tanto amor que parezca de verdad.  Eva Álvarez @aunsintisoyfeliz

Ni siquiera por mí

Hoy amaneció nublado y no vino nadie. El eco retumbaba en las paredes mientras los pensamientos rugían aquí dentro.  Me acordé, entonces, de todos los motivos que tuve para no hacer lo que hice cuando la debilidad vino a atraparme. Pero me dejé llevar por todos los motivos que me recuerdan que yo soy, hasta cuando no quiero, la que hace estas cosas. A punto de tronar, el día no me abraza, es difícil ver claridad cuando hay humo haciendo cenizas de todo lo que ya pasó. Tapé el resquicio, con él la esperanza y no me siento mejor al haberlo intentado ni siquiera por mí. Eva Álvarez @aunsintisoyfeliz

Mis miedos

Toqué a la puerta. Bailaban mis miedos.  Me dieron la mano. Me tatuaron el alma. Estaba soñando que por fin te encontraba. en ese punto en el que yo te espero desde hace tiempo y en el que una vez creí que estabas. Crecía y moría el dolor al mismo tiempo que lo hacía el amor hasta dejarse naufragar entre las piedras. A falta de esperanza las maletas hechas y unas palabras  muy difíciles de pronunciar. 'Quédate' no es lo mismo que decir 'no quiero que te vayas'. 

Sobre. Pensando.

2:00 am. El mundo tiembla. Mi vida no se acaba. Es algo aquí dentro. Tambaleo. Acepto el reto. Pero lo pierdo. No he tenido la suerte de arrasar con todo. Ya lo hicieron. Me justifico, me quiero, me cuido, me hablo bonito para que no duela tanto.  No es mi culpa. Ya lo sé. Pero es mi historia en bucle. Defines el dolor. Te defiendes de él. Lo quieres sentir. Huir del fin. Llamarlo principio. Suena más ligero.  El crujir de las hojas para no escuchar que me quiebro. El funeral de los sentimientos al descubierto. No voy a decir nunca. Pero ojalá no pase más.  Sin caparazón. Me dejo ser. Me dejo ver. Menos frágil de lo que pienso. Más sensible cada vez.  Sigo siendo yo. Menos mal que puedo contar conmigo. Me he fallado. Ojos hinchados. Corazón en vilo. Ausencia de sueño. Un poco de angustia. Me rindo.  Mil escenarios posibles. Sobre. Pensando. No suena el despertador. Es porque no he dormido. Bien. Café para sanar la espera. Despiertan mi miedos.  No hay manos arqueadas. Pero sí mucho sil

Todo lo que era hielo

La primera vez que te vi no me importó que fuera a ser la última, pero después me derretí en unos brazos que no conocía y sentí paz en un silencio que parecía hogar. La peor parte es que decidí no mirar para otro lado y todo lo que era hielo aquel día fue deshielo , fueron charcos y saliva enredada, anudada, enrevesada, envenenada. Y no fueron sólo besos, tampoco desastre, fue tranquilidad, luz y también final.  Así es como se atraganta la vida cuando el final tiene una fecha, cuando se puede medir hasta el último segundo, cuando la despedida te llena los ojos de vidrios y eres incapaz de entender por qué. De nuevo, la cuenta atrás se torna por una hacia delante y, en ese salto temporal, se ha marchitado la rosa. Ni sé de qué color era, pero sí quién era yo el día en el que al mirarte a ti, miré todos mis miedos de frente. Por último, quiero que lo sepas. Que le he dado vueltas, que he centrifugado tanto tu consejo que no sólo lo he intentado, sino que también lo he conseguido. Un poc