Ni siquiera por mí


Hoy amaneció nublado y no vino nadie.
El eco retumbaba en las paredes
mientras los pensamientos rugían
aquí dentro. 

Me acordé, entonces,
de todos los motivos que tuve
para no hacer lo que hice
cuando la debilidad vino a atraparme.

Pero me dejé llevar
por todos los motivos que me recuerdan
que yo soy, hasta cuando no quiero,
la que hace estas cosas.

A punto de tronar, el día no me abraza,
es difícil ver claridad cuando hay humo
haciendo cenizas de todo lo que ya pasó.

Tapé el resquicio, con él la esperanza
y no me siento mejor al haberlo intentado
ni siquiera por mí.



Eva Álvarez
@aunsintisoyfeliz

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