Saca los dientes y muerde

Un final que se dibuja en la comisura de los labios, en esos dedos que ya no acarician. Ahora arañan. Miradas que se evitan, el dolor de dos repartido en uno. Mejor no haberse conocido nunca. 

A pesar de todo loca. No olvides cómo saca los dientes y muerde. Te quiere y te habrá cambiado la vida cuando sea tarde. Tarde para decirle que mejor si clava sus uñas en tu espalda cuando trata de curarte, cuando deja caer un mordisco en tu pecho. Uno seguido de otro. 

Se hacía la dormida y el amor se desdibujaba hasta romperse, brindar en el suelo y dejarlo todo manchado de miedo. Se acurrucaba en tu cuello esperando que tú quisieras cambiar tus planes, condenándose a ti cuando levantaba la mirada y pedía en silencio que no fuese la última vez que os cruzabais las vidas. Te daba las gracias y no sabía ni por qué. 




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