A modo de disculpa, te quiero

Antes todo estaba bien. Incluso entonces, yo estaba bien.

Y estabas tú, en medio del apocalipsis de mi estabilidad emocional. No conocía tus intenciones, pero sí recuerdo ser feliz. Sentir ilusión después de haber sido de hielo es como volver a vivir una vez has estado muerto. O casi. 

El problema surge cuando te conviertes en todo lo que no han sido. Y yo no sé explicar por qué. Cuando ni siquiera he pedido que me hagas reír y me río porque está siendo demasiado bueno como para entender que tiene que acabarse. 

Yo te escribo un par de cosas sabiendo que nunca leerás nada porque nunca te ha gustado refugiarte en este ambiente. Y espero por si acaso. Pero luego decido quererme a mí misma y sale mal porque ya no es tan fácil como cuando me regalabas uno de esos ratos fugaces. Y digo fugaces porque el tiempo pasaba demasiado rápido y tú desaparecías demasiado pronto. 

Y, aunque el plan fuese el mismo, todo cobraba sentido si volvía a haber plan. 

A modo de disculpa un 'te quiero'.
Porque lo siento, pero te quiero. 

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