Amor propio
Pensaba que olvidarte era imposible, pero ayer no sé por qué me acordé de ti no más de dos veces y pronto sentí que había alguien más. Hoy me he acordado tan solo una vez y, por la hora que marca el reloj, creo que será la única. La razón es que hoy también me acordé de alguien más. Me acordé de ese alguien un millón de miles de veces.
Ese alguien soy yo.
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