No retener a quien no quiere quedarse

Dejé, pues, que tus impulsos pusieran punto y final a los capítulos de un libro que andaba escribiendo. Aunque esta vez esperaba ser yo quien tomara las riendas, una vez más, le di al tiempo un intervalo mayor para hacer de mi lo que quisiera. Al final, éste consiguió hacerme entender que es un error retener a alguien que no quiere quedarse, que es un mero tropiezo el volver a caer en los mismos ojos, en los mismos brazos. 
No buscaba una salida de escape, no tenía un mal día y no pulsé la llamada de emergencia. Yo no soy como tú. Yo le di varias perspectivas a la misma historia, varios puntos suspensivos a cada escena, varias oportunidades a la misma persona, más importancia en mi vida que en la de cualquier otra. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Volver a confiar

“En mi defensa puedo alegar que, aunque te he escrito de todo, jamás te obligué a leerlo.”

Llegaste y rompiste todos mis esquemas