Yo siempre culpo o le doy las gracias al destino.

Y claro que todo cambia, que con los días y meses las cosas evolucionan o disminuyen. Que conforme el tiempo pasa los errores y las caídas del pasado dejan de ser importantes, prácticamente, el tiempo hace que el dolor que sentimos cuando éstas sucedieron, ya no se recuerde, o al menos, no se sienta. Cierto es, que las cosas son como son y no podemos cambiarlas y que dentro de un tiempo, serán aún más distintas y nadie sabrá, si mejores o peores, si conseguiré corregir todos mis errores para ser más feliz o quizá, lo haya perdido todo gracias a seguir siendo tal y como soy, de esta extraña forma que a veces no entiendo ni yo. La verdad es que no sé que va a pasar, ni tampoco sé a quien creer o que quiero oír de todo lo que pienso. Muchas veces no sé que decir, ni que callar, muchas veces me equivoco por mi culpa y otras, la culpa la tienen los demás, por no decirme las cosas o por no saber decírmelas. Lo que quiero haceros llegar es, que si todo es diferente, es porque tiene que ser así y que, aunque tengáis la sensación de que por mucho que luchéis no va a ser mejor, no dejéis de hacerlo, no queráis sentir que lo perdéis todo y que no habéis echo nada para remediarlo.