Si crees que ese es tu límite y que no puedes más, piensa un poco más en la persona por la que estarías dispuesta a luchar.

Esa impotencia que vive en mi todo el tiempo, ese no sé que hacer. La sensación de luchar por todo cuando quizá no te están necesitando y no poder decirte ''basta.'' Continuar, día a día, haciendo que olvidas, obligando a olvidar si nos hemos caído, olvidando que por mucho que busque, no encuentro nada, por mucho que pido, no me dan lo que quiero. Continuar sabiendo que tengo una razón por la que dar mi vida y si eso no es suficiente, dar también mi muerte. Y cerrar los ojos, la sensación de no poder dormir, esas ojeras que llevan tu nombre, o el suyo, o quizá el del diablo, del insomnio, el no saber, el no poder cambiar el mundo y hacerlo como realmente quiera. Ira, todo es ira. Sólo te comprendes tú misma, quien dice que te entiende, miente, nadie puede hacerlo, nadie sabe lo que se siente. Nadie sabe lo que te amo, ni lo que odio a los demás, nadie sabe lo que sería capaz de arriesgar por ti y tampoco saben lo que siento cuando te veo triste. Calla, cierra los ojos, muerdete el labio, haz como si nada, lávate la cara y sigue adelante. ''Tú puedes, ¿acaso vas a rendirte ahora?'' Lo tienes todo, pero no lo has controlado.

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