Te quiero. Quiero todo de ti, por siempre, tu y yo, todos los días.

Solía ser sencillo hasta que tu te fuíste. Te fuíste por un tiempo escaso, pero hoy no estás aquí. Te echo de menos y lo sé porque prefiero dormir a despertarme y no poder hablar contigo. Prefiero no salir por la tarde, a salir y no estar contigo. Prefiero no soñar que estoy a tu lado si no puedo despertar y verte conmigo. Qué difícil es no tenerte y echarte de menos. Que estés lejos y no saber ni donde, ni con quien. Tengo ganas de volver a verte y poder estar contigo, aunque estoy segura que la espera me va a ser eterna. Rutinas de caras largas, mal carácter y tristeza posada sobre mi espalda, un peso difícil de llevar. Malditas vacaciones de verano.

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