Te pido un momento que dejes de mirarme. No me mires más pues no quiero que me veas. Me asusta que me veas como yo me veo. Odio mi reflejo, ya no quiero más espejos. Avanzo trepidante, pero tengo miedo. Si voy deprisa, tropiezo de nuevo. Y si caigo, tú sabes que si caigo una vez más, que esta vez no va a ser otro golpe que puedas tu curarme. Ni tú ni nadie. Caerme sería la opción más fácil para ser feliz de una vez por todas, pero esa manera de ser feliz tiene una consecuencia. Y yo no quiero estar enferma. Y es que tan fácil sería darlo todo por ganado, ganar de una vez por todas a esta sensación que me oprime la vida, que me duele. Por ti, una vez más por ti.

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