Hoy el cielo no tiene azul que mirar y las nubes tienen mucho que llorar.

No eres tú, son los continuos días malos que tú tienes. No soy yo, es lo inútil que me siento. Te quiero, me quieres, nos queremos. Tú lo pasas mal, yo te veo triste y también lo estoy, al verme así, te pones peor. Somos dos jodidos enamorados, pero la suerte no está de nuestro lado y nos lo pone difícil. Te veo, me ves. Sonríes, sonrío. Me miras, te miro. Te ríes, me río. Y así sucesivamente va a ser hasta los restos. Eres la persona con más problemas que he conocido, bueno, miento, solo que cuando tu tienes uno de ellos, yo lo vivo como si fuera mio. No me importa que así sea, yo soy fuerte, y si gracias a mi, puedes salir de lo que te mata, yo te doy mi mano. Pero si al contrario tu la coges y no haces nada por caminar, sola no voy a poder sacarte de todo. Seré tu princesa, pero no me ha sido concedido el poder. Te pido que seas feliz, una vez más, por mi, o por quien sea.

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“En mi defensa puedo alegar que, aunque te he escrito de todo, jamás te obligué a leerlo.”

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