Más treguas como tú

Amaba los días de lluvia. Amaba ser libre. Amaba estar triste. Amaba encerrarme y estar sola, buscar un lugar donde solo yo estuviera. Amaba llorar y consolarme con una canción triste. Amaba la melancolía, las luces apagadas, la oscuridad. Cierto es que ahora eso sigue siendo cierto. Sigo amando esas cosas, con la diferencia  de que ahora, los días de sol también me gusta, me haces feliz, y no quiero estar sola, yo busco estar contigo. Ahora amo llorar, pero no por ti, si no por mi. La oscuridad está bien, pero cada vez que te veo, aparece la luz en mi vida... y me gusta que sea así. 

Si me dieran una segunda oportunidad en la vida para sustituir lo que ahora estoy viviendo, la desperdiciaría. Me gusta mi vida, pero lo que me gusta aún más de ella, es con quien la estoy viviendo. Me gusta esa sensación de quedarte sin respiración después de tantos besos. Me gusta tumbarme y apoyarme en tu cuello y me gusta que tu te apoyes en el mío. Me gusta que me acaricies y me busques las cosquillas. Sentir tu risa en mi boca. Esas cosas del amor, esas cosas del amor contigo.

Dicen que los comienzos son lo más difícil, pero darle un final a algo creo que cuesta mucho más. A lo mejor no es un final y es un intermedio, o quizá para el tiempo eterno que nos prometimos, si que sea un comienzo, no lo sé, no puedo saberlo y estoy deseando enterarme de cual es el problema. Tengo miedo, y no soy miedosa. La idea de perderte me deja temblando y me hace preocuparme realmente por mi futuro.. lo he planeado contigo y no sin ti. Pero quiero centrarme en mi vida, ¿soy feliz? sí, lo soy cuando estoy contigo, pero cuando no estás, y nos separa la distancia que hay de tu casa a la mía, creo que no lo soy tanto. Porque las peleas se apoderan de mi... y una chica débil como yo, se derrumba. Soy..no sé que soy, ni lo que tengo. He vuelto a perderme y creía por encima de todas las cosas que contigo, había conseguido encontrarme. Es el fin del mundo, o tal vez no. Si lo fuera, no me perdonaría estar así contigo. Y dicen que los muertos no sienten nada, pero estoy segura que aú

Cuando discutes con la persona que amas, y decides tomar tu el mando de la situación, te sientes poderosa, pero mala persona. Yo no quiero tener que llevarlo, pero si no muestro algo de mi autoridad, puede ser, que algún tome una decisión sin ni siquiera pensar. Creo que estoy siendo realmente tolerante, que estoy aguantando como nadie puede aguantar esto. Y no pasa nada, siempre que tu cumplas con todo lo que me has prometido. Y ahora que todo se ve mas claro, que todo está en paz, parece que muy conforme no estás con todo lo que dijiste ayer. Y yo estoy algo triste, por ponerme como me puse, pero entiéndeme, cuando tu  vida llega a un límite de no poder más, te sientes destruida. Busco estar tranquila y feliz, y son dos términos que no pueden ser. Siempre he sido muy independiente y tener que depender de alguien me da bastante que pensar. Me gusta volar en la dirección que yo quiera, me gusta hablar sin pensar, o pensar demasiado antes de hablar. Me gusta reír más fuerte y llorar más

Un tren avanza, la ansiedad llega hasta tus pensamientos y te hacen correr detrás.  Avanza ligero y seguro, y tu, ahogada el lágrimas, das tu vida por llegar antes de que se haya ido. Corres, lloras..y corres más fuerte, lloras más lágrimas..está lloviendo también. Las gotas de agua te golpean y te hacen daño, tu pelo recae sobre tus hombros, ya mojado, como el resto de tu cuerpo. La lluvia te hace tropezar, caes, rodillas al suelo y aún la pena de encontrarte perdida, y ahora que ya se ha ido, sola, se apodera de ti. Pronto algo te eriza la piel. Dejas de sollozar y cierras los ojos. No sabes por qué, pero notas las caricias, del aire quizás. Oyes algo, tal vez una respiración.. o el susurro del invierno. Te giras y de nuevo, las lágrimas corren por tus mejillas y se pierden al llegar a tu boca. Su sonrisa, él está ahí. Y es como si hubiera conseguido pararlo y no precisamente al tren. Tu corazón ha quedado parado, tal vez hechizado. Que más da, si él está ahí. Ya puedes morir

Hay veces en la vida que toca despedirse de aquellas personas a las que quieres. Y más duele cuando son tan importantes como lo es ella para mi. Ella es mi amiga. Me ha echo reír cada momento que mi sonrisa se apagaba. Se ha convertido en una de las personas a las que mas quiero y más valoro de mi vida. A pesar de lo difícil que se lo ponga la vida, ella no deja de sonreír y de hacer felices a los demás. Cuando te planteas en que una persona va a dejar de vivir a tu lado, por vivir en otro lugar, tu corazón se para, y no quieres caminar. En mi caso no se para donde ir, si llorar, o si reír para que ella dejara de estar triste. Me he quedado sola, mirando a la nada, te replanteas la situación y sin querer, una lágrima cae a la otra, y tu cuerpo se deja caer contra la persona que te está abrazando. No se si es la hora de decir adiós, pero quiero que no olvides nunca que en mi, has marcado algo que nadie antes había marcado. Me has enseñado a ser otra persona distinta, con cualidades mejo

Querido diario, quiero que sepas que no estoy bien. Que ahí afuera, en pleno mes de Junio, la tormenta se aferra a la ciudad. Que huele a tierra mojada, se sienten los golpes de lluvia contra el cristal. Cristal en el que me reflejo, y no quiero verme. No quiero que las cosas salgan mal, pero los días de tormenta, me gusta quedarme en casa, y acompañar a cada una de las gotas que caen del cielo, con una, caída de mis ojos. Creo que lo que me pasa es que me he acostumbrado tanto a ti, que tu ausencia en un segundo me hace daño.. por decir digo, que de infinitos olores distintos, el tuyo, es mi favorito, me hace sentirme como en casa, es la medicina que cura mi sonrisa. Comprende que si te vas me muero, pero me has prometido quedarte conmigo... es más, te quiero de aquí a la otra punta del continente ida y vuelva por siempre, pero creo que tu me quieres tantísimo como yo a ti, por eso, me alegro de que estés a mi lado... pero hoy, vida mía, no se donde estás, y por más que te busco, no l

He tenido las ganas de rendirme y la sensación de no poder más con mi alma. Pero si digo la verdad, nunca me he rendido, o creo no haberlo echo. Llevo un año luchando sin parar momento alguno, arriesgando mi vida por un sueño, que poco a poco, paso a paso, se cumple. Los cambios apenas se notan día a día, pero en contraste a un año, son realmente increíbles. No se si veis lo que para mi supone esto y la felicidad que me entra al ver que yo sola puedo. Esto me demuestra que realmente soy fuerte. Y si queréis saber algo más es que voy a seguir con mi sueño, porque si he podido con todo esto, puedo con más. Quizá mis propias metas sean lo que me hacen avanzar sin mirar hacia atrás. No sé, no quiero darle más vueltas, estoy feliz, contenta, empiezo a ser lo que siempre he querido.

Pequeño, ya van dos. Y la verdad es que no son nada para lo que tenemos pensado estar juntos. Nos dijimos el uno al otro que aguantaríamos toda la vida entera. Sin la certeza de saber si podrá ser así o no, aguardamos la esperanza. Juro que te quiero, que te amo y que por ti, cambiaría lo que soy, aunque créeme que ya he cambiado muchísimo y lo he echo por el bien de los dos, o por tu bien, porque si tu eres feliz, poco más importa. Parece que me llena más que tu seas feliz y que tengas una sonrisa, que yo misma. No me importa que mi vida se vaya al traste si la tuya está a salvo. Me da igual que el mundo conspire contra mi si tu estás tranquilo. He soñado muchas veces con tener a alguien que me diera las buenas noches, he soñado con tener quien me dijera que me amaba, sintiéndolo de verdad... he soñado millones de veces con tener a alguien como tú a mi lado. Si te soy sincera, hace 8 meses, no estaba nada preparada para esto. Y conforme ha pasado el tiempo hemos cambiado, para bien,

Miras al frente e intentas mantener el paso firme. Sabes que si sigues andando, llegarás. Pero saberlo no quita que ahora me sienta cansada. Es como si llevara mil pesos encima y aún así siguiera caminando. Las fuerzas las saco de cada una de tus sonrisas. Ahora mismo solo pienso en ti, y si hago cada una de las cosas que hago, si doy cada uno de los pasos que doy, es por no defraudarte. Quiero que me veas como la más fuerte de las flores del lugar, pero nunca podré conseguir que pienses eso. Siento que soy poco para ti. Te quiero con todas mis fuerzas y con toda mi alma, y lo digo segura, porque lo estoy. Quiero que estés conmigo siempre, eso también lo tengo claro, dime si tu también quieres quedarte conmigo hasta que me muera, dímelo y firmaremos un pacto, tu, yo y tu sonrisa.

Si tengo que morir por tu sonrisa, lo haré. Si tengo que abandonar todos mis sueños porque tus ojos no dejen de brillar, así será. Si tengo que volar, tu vas a venir conmigo. Si tengo que dormir, tú seras mi sueño. Si tengo que pensar, pensaré en ti. Si tengo que escribir, el texto irá sobre ti. Si tengo que sonreír, la razón serás tu.

Sé que estoy enamorada de ti, porque cuando me voy a dormir prefiero quedarme pensando en ti. Sé que estoy enamorada por los impulsos que me dan cuando te veo. Se que estoy enamorada porque desde que te conozco todo a cambiado, y en general, para bien. Se que estoy enamorada, porque pelea tras pelea, sigo aguantando porque lo bueno vence la balanza. Se que te amo, porque lo sé y esas cosas no tiene por qué. Tu mirada me taladra y llega hasta donde nunca ha llegado nadie conmigo. Y olvidaba decir que se que estoy enamorada, porque prefiero cualquier cosa contigo, antes que con cualquier otro.

Cuando camino sola por la calle se me ocurren millones de cosas. De cada cosa que veo podría sacar una conclusión. La vida no es un juego, y yo creo que a veces juego con ella. Me creo que es un juego en el que tengo varias vidas, y si no es en la primera, será en la próxima. Si estás dispuesto a jugar con la vida, por lo menos, arriésgate y proponte ganar la primera vez, sin utilizar más vidas, porque si pierdes quizá sea demasiado tarde y no haya más opción que seguir después de haber fracasado. Nunca es tarde para rectificar si tratas bien la vida, si no, igual ésta te mande a la mierda . 

No eres tú, son los continuos días malos que tú tienes. No soy yo, es lo inútil que me siento. Te quiero, me quieres, nos queremos. Tú lo pasas mal, yo te veo triste y también lo estoy, al verme así, te pones peor. Somos dos jodidos enamorados, pero la suerte no está de nuestro lado y nos lo pone difícil. Te veo, me ves. Sonríes, sonrío. Me miras, te miro. Te ríes, me río. Y así sucesivamente va a ser hasta los restos. Eres la persona con más problemas que he conocido, bueno, miento, solo que cuando tu tienes uno de ellos, yo lo vivo como si fuera mio. No me importa que así sea, yo soy fuerte, y si gracias a mi, puedes salir de lo que te mata, yo te doy mi mano. Pero si al contrario tu la coges y no haces nada por caminar, sola no voy a poder sacarte de todo. Seré tu princesa, pero no me ha sido concedido el poder. Te pido que seas feliz, una vez más, por mi, o por quien sea.

Quizá el problema era que la echaba de menos. La distancia era relativa, no estábamos lejos, pero nos comportábamos como si realmente lo estuviésemos. Y claro, todo se junta y empiezas a odiarte a ti misma por haberte ido. El irte también es relativo, no te has ido, pero no estás.. eso es raro, de veras que lo es. Y supongo que hoy me he acordado de por qué te quería tanto, se me había olvidado que era lo que nos unía, que realmente, son muchas cosas. Perdóname por ser tan tonta, pero a veces todo se junta, y salgo loca. Tengo como costumbre marear a mi cabeza con problemas de todos los tipos y eso no es bueno. Llega el día que ya no entra en razón. Y vengo a decirte que no se que era lo que nos separaba. No se si fueron tus ganas de volar y las mías se caer. No se si fueron tus risas y mis lágrimas. No se si fue tu baile o si fue ella. Me da igual con tal de que vuelvas conmigo.