Volver a confiar
Si las miradas hablasen, tú ya sabrías todo lo que nunca te dije por miedo. De haberlo sabido, habrías huido todavía antes. Me estabas queriendo mal, pero yo me estaba queriendo peor. Y creo que no hay peor punto de partida que dar rienda suelta a algo tóxico; lo único que se me viene a la cabeza cuando nos veo a ti y a mí, perdidos en medio de cualquier noche tratando de entendernos sin ningún éxito. Fuiste la ilusión del primer día de algo grande, el escalofrío que te provoca el miedo cuando sabes, aún temblando, que va a merecer la pena perder las maneras y perderte a ti mismo por ver una sonrisa iluminar, por un rato, el vacío inmenso que te acompañaba hacía ya mucho tiempo. Tal vez nunca te invité a conocerme porque no podía explicarte quién había sido, pero tampoco preguntaste. La realidad es que no tenía ganas de presentarme mientras me derrumbabas la coraza y me hacías ser tan valiente como para volver confiar (aunque fuese un error, de nuevo). A pesar de h
Tal cual, coincido con vos. Además que pienso que el destino lo hace uno, no está escrito. Besitos, que andes muy bien
ResponderEliminarCulpan al destino porque es más facil pensar que las cosas tienen que ser asi. El problema es que no, hay cosas que nunca deberían haber pasado... y pasan y nos engañan diciendonos eso porque no saben ni que decir. Será por eso que yo nunca he creido en el destino del que todos hablan :)
ResponderEliminarUn besito desde http://adiccionoculta.blogspot.com/
A mi tambien me ha encantado tu blog!
Te sigo reina ;)