Más treguas como tú

A veces el amor te hace dar un paso adelante sin pensarlo, incluso a veces te hace echarte atrás sin querer por miedo a equivocarte y avanzar demasiado. El amor es ciego, el amor tiene final triste o simplemente el amor no tiene final. El amor es el tema de conversación que cualquier persona puede hacer que siente, pero que tan pocos conocen. El amor es todo aquello que lo da todo y que más tarde, te lo quita. El amor te cambia, te hace llorar, te hace daño, te hace más fuerte, te hace feliz y por último te hace débil. El amor no es sinónimo de felicidad, es sinónimo de luchar por lo que quieres. Amor es todo lo que mucha gente envidia, y otro tanto de gente rechaza. Sentir amor significa que alguien te saque tu sonrisa más brillante cuando tu alma más oscura está. Cuando alguien te ama, si te mira a los ojos sabe perfectamente si mientes o dices la verdad, cuando alguien te ama, nota que estás triste y abandona su enfado por abrazarte y hacerte sentir mejor.  Amor para mi eres tú, c

No llores pequeña. No agaches más la cabeza. Hace tiempo que no veo el brillo de tus ojos, dime princesa, que es lo que te pasa. Quien te hace daño, quien te da y te quita la felicidad. No dejes de arrastrarte cuando te equivoques, pero deja que él también caiga en ti cuando tú lo necesites. Si él te da la felicidad no lo abandones, pero deja que realmente luche por ti de la misma manera que tú lo haces, pero no dejes que el luche solo, que nunca se te olvide cuidarlo como a nadie. Si te quiere, y si aún podemos hablar de que te ame, no tendrá ningún problema en dejarse los problemas a un lado por hacerte reír y sentir que no estás sola. Princesa, puedes tropezar todas las veces que lo necesites, pero si es él, el príncipe que tu esperabas, te dará la mano para que levantes, no tengas duda. No pierdas tu sonrisa, pero si lo haces y lloras sin querer, no lo hagas sola, si te quiere, te quitará de la cara todas esas lágrimas y te devolverá tu risa, porque seguro que él ama que rías y no

No me preguntes que siento cuando el sol te da directo a los ojos, me tumbo y me abrazas. No me preguntes que siento cada vez que me miras con esa cara de niño pequeño que sabes que me hace reír, ni tampoco preguntes que siento cuando me miras con tu cara triste, porque sabes que me echo a tus brazos sin pensarlo. No me preguntes que siento cuando salgo de mi casa y te veo allí plantado, esperándome con tu mejor sonrisa. Ni tampoco preguntes que siento cuando me tengo que ir a casa y no paras de besarme. No tengo respuesta a esas preguntas, porque quizá, aunque sea la persona que más palabras tenga, no puedo explicarte lo que siento. Es imposible. Y al menos espero que me entiendas, que me mires y veas en mi mirada y mi sonrisa reflejadas las ganas que tengo de que estés a mi lado y no te vayas nunca.

Me ha quedado claro que cuando tu te acercas a mi, dejo de ser la persona borde y malhumorada que mis padres odian, para convertirme en la más tierna y sincera de todas las personas que son felices en este mundo. Me haces tan feliz, que tocar el cielo con la mano entera se queda corto al saber lo que es estar a tu lado. Eres increíble ¿vale? Pueden decir lo que quieran ahí fuera, las personas que quieran, pero no saben lo que es ser yo mirándote a ti. Viendo tus ojos a pocos centímetros de los míos, que todavía son más bonitos cuando les da el sol de frente. Sentir tus caricias por la espalda y saber que si tienes frío te abrazará tan fuerte que creará una barrera que no permita ni un hilo más de todo ese frío. Quizá me he acostumbrado tanto a ti que estar sin verte se me hace inmenso, que estar sin sentirte es una gran carga y un gran problema. Nunca sabes cuánto amas a alguien o hasta que punto puedes llegar hasta que se va por un tiempo y tienes que echarle de menos. Hoy tenerte a

Puede ser que ahora sea yo la que me esconda tras una pequeña pantalla, con los dedos posados sobre las teclas de mi móvil, esperando que tú te acuerdes de mi. O que demuestres que de verdad me echas de menos ya que no eres capaz de dirigirme una mínima palabra, orgullo quizá. No soporto que no nos hablemos, y que no lo hagamos porque no queremos ceder, ni tú, ni yo. Tú eres tan, ''si quiere algo que me hable ella'', y yo soy tan, ''si quiere algo que me conteste.'' Calcula el número de veces que he sido yo la que ha ido detrás de ti y la que ha logrado que todo volviera a la normalidad y considera si es hora de que por fin seas tú el que luche por la paz, por la paz entre los dos.

Otro día más. Otro día perdido. Otro día que no estás y que mi más sincera sonrisa no sale a la luz. Otro día más sin escuchar tu voz. Otro día más sin sentir tu cuerpo pegado al mío, sin tus labios en mi cuello. Otro día más sin felicidad absoluta. Otro día más sin que me digas que me amas al oído. Otro día más, una pelea a causa de la distancia nos arruina el día. Otro día más salimos adelante a base de nuestras ganas de vernos y estar por fin juntos. Otro día sin caer rendida a ti con un beso y el dulce aroma de tu piel. Otro día más que pasa. Otro día mas que yo muero por verte, muero de echarte de menos y muero por amarte tanto. Y lo más duro de todo, no es que sea un día tan simple como este.. lo peor es que mañana será igual.

La noche será la que elegirá lo que haremos cada uno de nosotros. Quizá, a las tantas de la mañana, alguien se haye paseando solo por el centro de una ciudad, por una calle oscura y larga, que a estas horas, parece no tener fin. Quizá esta noche yo no pueda dormir pensando que cara tienes cuando te mira la luna, o que cara tienes tu cuando la miras a ella y te quedas dormido bajo su luz. No puedo más con este mes, se me está echando encima, se me está quedando grande, me está quitando las fuerzas y las ganas de luchar por mi. Mientras yo camino, por la calle, sola, como habitualmente en estas últimas semanas, cuando el aire choca contra mi cara y el frío se apodera de mis huesos, entonces, me siento perdida, perdida sin ti, porque no estás y no tienes previsto volver mañana. Llegas a casa, todo el día encerrada en casa. Las paredes se te echan encima. La música ya no calma tu alma perdida y de nuevo, caes, caes porque no puedes hacer otra cosa. Sientes que no vales para nada, pero q

Cuando me piden que me centre y que no cambie, no escucho, ni tampoco atiendo a razones. Cuando me piden que no piense en ti, que disfrute de lo que vivo y de las experiencias que me surgen al cabo del día, no puedo. Quizá el motivo es que mi cabeza no se encuentra aquí conmigo, físicamente sí, pero realmente no. Mi cabeza está tan lejos como tú, a los mismos kilómetros que tú y se haya en el mismo sitio donde estás tú. Nunca he echado tanto de menos a alguien, ni siquiera una muerte ha sido lo suficiente para que sintiera esto que siento ahora por ti, extrañarte como a nadie nunca antes. Conforme me hago algo más mayor oigo hablar de cosas nuevas. Amor. Eso que pretendes sentir con diez años, y que realmente sientes con catorce. Tu primer amor, sí. El mismo que te hace sonreír aunque no este a tu lado, el mismo que cambia tu estado de ánimo mil veces al día, ese. Esa persona lo suficientemente importante como para querer llamarla vida. Todas esas canciones que hablan de un sentimien

Últimamente cuando salgo con mis amigas, no disfruto como antes, ni vivo al límite tampoco. Cuando voy fuera no valoro las oportunidades, ni nada en realidad. Momento sí y momento también deseo girarme y verte conmigo. Verte haciendo cada cosa que yo hago y dar cada paso que yo doy. Y por más que lucho por aprender a vivir sin ti durante este tiempo, no sé como lograrlo. Siento que no se nada, que ya no se hacer nada si tú no me ayudas a hacerlo. Siento que lo pierdo todo si tú no me lo das y que lo tengo todo si tú quieres que así sea.

Sé que cuando estés aquí, ni por nada ni por nadie vas a poder irte. Sé que cuando estés por fin conmigo después de todos los días sin ti, cuando pueda ver tu sonrisa, cuando puedas abrazarme y hacerme sentir tuya, se me va a olvidar el resto del mundo. El resto del mundo se me va a olvidar y recordarte que todos los problemas también. Huye, aprovecha ahora que no me tienes a mi. Sonríe, vive sin mi. No contestes a mis mensajes, y aunque sepa que es mentira, haz como si no los hubieras leído... porque cuando llegues aquí, todo va a cambiar. Para mi, a bien, para ti, no lo sé. Aunque para entonces, quizá yo ya no sea yo, quizá la que haya cambiado haya sido yo, sin ti, sin tenerte. Siento necesidad de ti a todas horas y no poder calmar mi necesidad me hace estar distinta, me hace no querer nada más que tu, y tú, no estás.

Bueno enano, pues aquí estamos, otro mes más y con este van cuatro. No te imaginas como me siento ahora mismo. Es increíble que hayamos llegado a tanto partiendo de tan poco que tuvimos en un principio. Y cuando llegan días como este, echo un momento la mente atrás y me vienen a la cabeza millones de cosas, como cruces entre los dos en los que por verguenza no nos hemos ni mirado, sonrisas que se han quedado ahí, en sonrisas, y besos que nos hemos tenido que aguantar por el miedo a equivocarnos. Me acuerdo de todo y de cada uno de los detalles que has tenido o tienes conmigo, de las conversaciones con las que empezamos a ser más que lo que éramos antes, nada. Es momento de recordar una vez más todos los malos momentos que hemos tenido, y los recuerdo por la manera que hemos tenido de deshacernos de ellos y de seguir adelante. A veces si amas, hay que aprender a perdonar y seguir adelante. Y perdona que alguna vez, sé, que me he precipitado contigo, y sé que tú sabes de que hablo, pero

Ha pasado un año. No lo he superado, pensé que sería suficiente. Que sería suficiente un año para luchar duro contra todo, dije que lo conseguiría, y no lo he conseguido. Cada vez que llegaba a una meta, me proponía otra, por eso nunca ha sido suficiente. Me importa poco lo que los demás piensen sobre mí, me importo yo. Me importa lo que siento cuando me veo, la rabia que me corroe por dentro y que me quema las venas. Sentir como unos números me pueden cambiar la vida. Cuando tienes catorce años, y la vida te ha quemado tanto, cuando normalmente te has acostumbrado a que la gente no te deje hacer lo que te gusta, porque no estás como ellas quieren, o como se pide. Cuando no te aceptan porque eres demasiado poco, entonces, la ira, es más fuerte. Quiero luchar por mi y por demostrarle a todo aquel que algún día se metió conmigo y con lo que era, que soy lo suficiente fuerte y que podría haber sido todo lo que necesitaban. Me ha costado y me va a costar llorar, pero qué importa, si la r

Supongo que a partir de ahora, para nosotras es, si tu saltas, yo salto y si das un paso, prometo darlo contigo. No sé si seré la persona adecuada, esa que lleves catorce años de tu vida buscando..no sé si seré aquella persona por la cual luchaste alguna vez y tampoco sé si seré la que lleve tu nombre escrito y la que elegirá tu destino para terminar la búsqueda. Pero tengo una cosa muy clara, y es que si no soy esa persona, voy a matar hasta conseguir ser esa misma. Quizá seas la persona más igual a mi, o respecto a específicos temas, la más diferente, pero me da igual, quiero estar contigo. Me hace feliz tu presencia, el que tu me entiendas, que me digas la verdad, lo que piensas, y que aún con ello por encima de todo, no puedas hacerme daño. Tuvimos, tenemos y tendremos nuestras peleas, sí, esas de estoy enfadada por la tarde y sé que esta noche o me hablas tú o lo haré yo, porque no aguanto más sin ti. Y que se prepare todo aquel que pretenda hacerte daño, porque no puedo verte

Los nervios antes de verte. Los besos de esquimal. Las caricias en la espalda. Los besos en el cuello . Las cosquillas. Tu risa, mi risa. Cada abrazo. Cada uno de tus besos. Cada vez que cierras los ojos. Cuando me miras. Cuando lloro, cuando tú lloras. Cuando me pongo tonta. Cuando discutimos. Las 8 vidas que vamos a vivir. Los dos hijos que vamos a tener. La casa que vamos a comprar. La mano que tú, nunca vas a soltar. La luz que nunca vas a dejar de ver. El apoyo que nunca te va a faltar. Esa voz tonta que hace que me abraces más fuerte. Mis sueños. Tus discursos sobre luchar por ellos. Tus manías, mis tonterías. Tus celos. Mi genio. Mis ganas de no comer y tus ganas de comerte el mundo. Cuando te muerdo. El olor a tu colonia. Mi manera de despeinarte y tu manera de volverte a arreglar. Mis ataques de quiero morir y tu consuelo de yo estoy aquí. Tus ya no me quieres y mis respuestas de te amo más que a nadie. Todas aquellas canciones que me recuerdan a ti. Mi ganas de hablarte. Tu

No te preocupes, el mundo no es fácil, pero voy a intentar que al menos para ti, lo sea. Condición es que me digas que me amas y me recuerdes que me echas de menos cuando estés lejos. Que me envíes un mensaje para ver si sigo ahí, si estoy bien. Que me sonrías cuando este triste, y que consigas que me ponga nerviosa un cuarto de hora antes de verte. También, te propongo que le olvides, para si poder olvidarle los dos y ser felices, juntos. Que nunca olvides el principio de nuestra historia, y cada pieza que hemos puesto hasta tener totalmente formado el puzzle, cada gota que hemos ido añadiendo para terminar de llenar el vaso.. cada esfuerzo que hemos hecho para conseguir la paz nuevamente. E igual que pido que no olvides nunca nuestro comienzo, te ruego que nunca olvides todos los planes de futuro que hemos creado juntos. 

El cúmulo de problemas que llevo encima no es suficiente para que el muro de yeso, en el que me han convertido los años, se derrumbe. Tengo una resistencia increíble, aunque si estoy mal y me conoces un poco, lo vas a notar enseguida, yo soy así y no tengo problema en que los demás vean como soy y lo que siento. Cambiar no es evolucionar como persona. Como ella dice, el paso del tiempo me hace crecer y madurar. Me jode esta ira incomprendida que desprende de mi cuerpo, este no sé cómo soy, ni sé en que me he convertido. No sé por qué estoy rara, no sé porque dicen que he cambiado. Hola, sigo aquí. Escuchando vuestras críticas una a una, escuchándolas para ser mejor, para aprender a ser lo que siempre he querido ser, alguien que merezca la pena. Pero cada vez es más difícil complacer a todo el mundo, cuando lo que de verdad sería lógico, es que me preocupara por complacerme a mi misma.

No es fácil que alguien te diga que has cambiado. Cuando simplemente te proponen que mires el pasado y que te mires ahora. Te piden que encuentres un cambio, y tu realmente no crees en eso. Sigo mirando hacia delante con el miedo a equivocarme, a decir algo que no esté bien o a caerme en cualquier momento. Sigo hablando filosóficamente a la hora de solucionar un problema. Sigo sonriendo cuando no me encuentro bien. Sigo siendo arisca cuando no tengo ningún problema. Atentos, esta soy yo. O al menos, esta es la persona que creo que soy. El problema es cuando alguien cuestiona, o realmente, nota un cambio. No me gustan los cambios y menos que el motivo o la razón sea yo, o trate de mi, y encima que el camino sea malo. Te equivocas, no hay un motivo por el cual cambiar, simplemente, hay un motivo por el cual, comportarse diferente.

No me pidas que no sufra si no estás. No me pidas que no te eche de menos y que trate de llevar esto lo mejor que pueda. No me pidas que no te quiera, porque te quiero, te amo y puede ser que si hay algo más fuerte que eso, también lo sienta. No me recuerdes que vas a volver, porque eso me da a entender que te has ido, no de mi vida, pero te vas, vuelves, y te vas de nuevo. Miento si digo que por tenerte ahora mismo no muero. Y que quede claro que te estoy echando de menos, que estoy muriendo por no verte.

Cierra los ojos. Intenta olvidarme. Olvida todos los sitios que hemos pisado, olvida todas mis sonrisas, olvida cada beso que nos hemos dado, olvida cada miedo que hemos superado, cada problema que hemos pisoteado, cada lágrima que he llorado, olvida cada minuto conmigo. Olvida lo que eres conmigo. Olvida que te abrazo cuando estás triste, o simplemente cuando te hago rabiar. Olvida que hemos luchado por estar juntos. Olvida que hable de todo y que suelte alguna que otra tontería. Olvida que te llame todo lo que no te gusta que te digan, que le ponga todas las letras a tu nombre. Olvida cada texto que te escribí con amor, cada dinero gastado en mensajes.. simplemente olvida eso y el resto de cosas que tengan que ver conmigo. Pero por favor, para un momento a ver como te sientes. Abre los ojos corriendo, recuérdalo todo y dime que quieres estar conmigo siempre, que eres feliz así. Que te gusta todo lo que tenga que ver con nuestra vida. Que te gusta estar a mi lado y vivirlo t

No hay cosa más triste que llamarte y no hablar contigo. Hablar con tu rabia incomprendida. Con tu ira, tu desprecio, tus manías. Duele oírte decir eso. Que fuerte soy, nadie hay en la vida que pueda con esto, y yo sigo aquí. Arrastrando cada uno de los pesos que conmigo llevo, arrastrándome a mi misma hacia ti, una vez más. Me prometiste una cosa, no lo olvides. Para mi tus promesas son como oro. Luchando por estar tan cerca de ti como los kilómetros me lo permitan, y aprovechar mi vida con el tiempo que me de esta misma. Quizá hoy sea mi último día, o quizá no. Puede ser que dure eternamente, puestos a vivir durante tantísimo tiempo, promete hacerme feliz, y cuidarme, como tu niña. La niña que empezaste a cuidar en un principio y que ahora crees, que ya se puede valer por sí sola. Sigo dependiendo de ti, de tus bonitas costumbres. De tus palabras, de tus costumbres, de tus sonrisas. Y parece que no entiendes que para mí sea tan importante, pero tú me acostumbraste a esto y ahora no

Solía ser sencillo hasta que tu te fuíste. Te fuíste por un tiempo escaso, pero hoy no estás aquí. Te echo de menos y lo sé porque prefiero dormir a despertarme y no poder hablar contigo. Prefiero no salir por la tarde, a salir y no estar contigo. Prefiero no soñar que estoy a tu lado si no puedo despertar y verte conmigo. Qué difícil es no tenerte y echarte de menos. Que estés lejos y no saber ni donde, ni con quien. Tengo ganas de volver a verte y poder estar contigo, aunque estoy segura que la espera me va a ser eterna. Rutinas de caras largas, mal carácter y tristeza posada sobre mi espalda, un peso difícil de llevar. Malditas vacaciones de verano.

¿Quieres saber por qué estoy así?¿Por qué me comporto así? Me he convertido en la débil niña que llora a escondidas y que sale de su cuarto con una sonrisa en la cara y muchas falsas ganas de seguir adelante. Me convertí hace tiempo en la chica que dejaba enterradas las penas debajo de la almohada. La que ya no cuenta nada, quien ya no confía en nadie. Cada vez que era sincera me sentía rechazada, y me iba. Me fui tantas veces que me sentí perdida, más tarde me perdí por completo. Y me encontré porque apareció él en mi vida. Lo dicho, dejé de ser sincera y me cerré en mis ideas. Aprendí a vivir sola, a hacerlo todo sola, a depender de mi y de mis cosas. Yo no necesitaba profesor para aprender todo aquello que realmente me interesaba, sola, como siempre, aprendía. ¿Y  sabes qué pasa? Que cuando aprendes a vivir rechazada por lo demás, empiezas a inflavalorarte tu también. Empiezas a sacarte defectos que no tienes, o que si tienes pero que no son importantes. Y cuando los sacas, entonc